Pedro Sánchez no cederá el Gobierno a Pablo Iglesias en caso de ‘sorpasso’

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Pedro Sánchez, ante los militantes de Málaga. (EFE)

Si finalmente el próximo 26 de junio se produce el sorpasso de Unidos Podemos al PSOE, tal como indican las encuestas, el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, no apoyará al dirigente de Podemos, Pablo Iglesias, para que gobierne y se convierta en el presidente de España, según aseguran fuentes socialistas.

El electorado del PSOE rechaza a Pablo Iglesias desde que acusó a Felipe González de “tener las manos manchadas de cal viva”. Lo mismo ocurre con parte de la militancia, la vieja guardia del partido y los barones. En este sentido, las mismas fuentes indican que ceder el Gobierno al líder de la formación morada terminaría de fracturar al partido, posiblemente dejándolo en una situación irreparable.

Otra cosa sería que Unidos Podemos no se convirtiera en la segunda fuerza política tras el 26J. Entonces sí que Sánchez buscaría el apoyo de Iglesias para alcanzar la Moncloa, señalan, algo con lo que tendrían que «tragar» quienes se oponen dentro de la formación de la rosa a cualquier acuerdo con Podemos.

El problema de Pedro Sánchez son las expectativas que le anuncian las muestras demoscópicas. Afronta una situación que se presume complicada tras el 26J, peor que la de los meses en los que intentó formar Gobierno sin éxito tras los comicios de diciembre. El partido se encuentra totalmente dividido sobre cómo proceder en materia de acuerdos y todas las encuestas coinciden en que cuantitativamente no habrá grandes cambios en junio respecto al escenario aritmético que dejó el 20D. Pero lo peor para él y su propio futuro, de acuerdo con las interpretaciones generalizadas por parte de los analistas, aparece con la novedad del sorpasso. Además, los expertos advierten una gran dificultad en el candidato Sánchez a la hora de poner en marcha mecanismos eficientes que contrarresten los resultados.

No obstante, si las encuestas son ciertas, la llave del Gobierno, igual que ocurrió el 20D, la volverá a tener el PSOE. Y en este sentido, un sector importante de la formación cree que si efectivamente se da ese sorpasso, los socialistas deben abstenerse y permitir que gobierne el Partido Popular para una legislatura corta mientras el PSOE se rearma desde la oposición. Incluso, muchos ven con buenos ojos la creación de una gestora que lleve al partido a un congreso y justifique la abstención, relatan fuentes del partido.

Ni Iglesias ni Rajoy

La mitad del partido no quiere nada con Pablo Iglesias y otra mitad tampoco con Mariano Rajoy. Sea cual sea la decisión final, Sánchez se va a encontrar con buena parte de la organización de frente porque ni hay unanimidad ni él ha consolidado su liderazgo, apuntan las mismas fuentes. Si permite que gobierne el PP, «cabreará a muchos» y si alcanza un acuerdo con Podemos, lo hará con otros tantos. Y unas terceras elecciones están descartadas y, si no lo están, las presiones externas las evitarán.

Este martes, Sánchez incluso ha confesado que en la segunda votación de investidura se preguntó «si merecía la pena seguir intentando ese gobierno del cambio» después de no haber conseguido llegar a un pacto con Podemos.

Algo similar o peor le espera tras el 26J, indican fuentes socialistas, «porque se lo quieren calzar, aunque él buscará la alternativa que le permita torear y tener discurso». También este martes ha asegurado que consultará a sus militantes los pactos que pueda negociar con otros partidos después de los comicios, como ya hizo con su acuerdo con Ciudadanos. «Yo salgo a ganar», ha insistido en diversas ocasiones, evitando referirse a cualquier otro escenario y en sus posibles consecuencias, en materia de pactos y en la clave interna de su partido. Eso sí, reconociendo abiertamente y con cierto abatimiento que una parte de su electorado está desanimado.

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